Tres exdirectores de Pemex, enriquecidos
Autor | Esteban David Rodríguez |
Los magnates petroleros mexicanos son como una gran familia: Luis Ramírez Corzo, en su administración al frente de Pemex, otorgó contratos a GEA, de Jesús Reyes-Heroles; la gestión de éste dio contratos a Todco y a Jacobs, de Luis Ramírez Corzo y Juan José Suárez Coppel, respectivamente, y en el paso de cada cual por la dirección general de Petróleos Mexicanos (Pemex) hubo contratos para sus clientes y/o socios.
Son también los voceros de la privatización energética peñista, que lo mismo participan en los foros de Televisa-Nexos que en los foros del Senado para la discusión de las iniciativas que pretenden transferir al sector privado áreas de inversión exclusivas de Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Luis Ramírez Corzo y Hernández fincó su ascenso por las redes financieras del mercado energético a través de una cuestionada administración al frente de Pemex, y ahora resurge como uno de los profetas de la privatización peñista.
Su breve y redituable carrera pública se reduce a cuatro años con ocho meses, en los cuales acumuló una serie de acusaciones sobre conñictos de interés y la asignación discrecional de contratos de la petrolera pública a empresas privadas con las que estuvo ligado.
El caso más oscuro fue el de Solar Tur-bines, firma de la que Ramírez Corzo fue director. Después de una serie de resistencias por parte de la alta burocracia de Pemex -durante la gestión de Jesús Reyes-Heroles- a informar sobre los contratos asignados a esa empresa, el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI) ordenó a la paraestatal liberar la información y subirla al Portal de Obligaciones de Transparencia, como era su obligación, tras lo cual puede verificarse que, sólo con Pemex Exploración y Producción (PEP), entre 2003 y 2013 Solar Turbines ha sido beneficiada con 459 contratos por casi 30 mil millones de pesos, y de ellos 280 fueron suscritos durante el periodo en que Ramírez Corzo dirigió esa división y fue director general de la petrolera.
Pero en la zona de tolerancia de facto que ha sido la dirección general de Pemex, el multidenunciado Ramírez Corzo se dedicó a entablar relaciones que habrían de serle preciosas para sortear con fortuna el desprestigio público y reaparecer a principios de 2012 en los consejos ejecutivo y de administración de Integradora de Servicios Petroleros Oro Negro, Sociedad Anónima Promotora de Inversión (SAPI) de C.V., donde comparte asientos con exdi-rectivos de Televisa, así como con...
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