El tricolor no aguanta un acuerdo cupular más

AutorJosé Gil Olmos

Es en este escenario en el cual el exrector de la UNAM José Narro; el senador Miguel Ángel Osorio Chong; la exgobernadora de Yucatán Ivonne Ortega; el exgobernador de Oaxaca Ulises Ruiz, y el actual gobernador de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas, intentan dirigir el PRI -que vive su peor etapa- y convertirlo en opción de gobierno para los comicios intermedios de 2021.

A pesar de que no se ha publicado la convocatoria para el registro de las candidaturas por la presidencia y la secretaría general del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, los aspirantes se dividen en dos bandos: el de quienes participaron en el gobierno de Peña Nieto y el de quienes culpan al exmandatario de ser uno de los principales responsables de la derrota de los comicios del 1 de julio de 2018.

Ulises Ruiz, quien encabeza la corriente Democracia Interna y es uno de los principales detractores de Peña Nieto, sostiene: "Yo veo muy activo al expresidente detrás de la nomenclatura que está por salir del partido"; también critica a los gobernadores que dejó -Alejandro Moreno Cárdenas, en Campeche, y Alejandro Murat, en Oaxaca-, pues, dice, "son de su mismo corte".

En diversas ocasiones ha demandado que Aurelio Nuño, extitular de la Secretaría de Educación y coordinador de la campaña de José Antonio Meade, sea llamado a cuentas; también se ha lanzado contra Enrique Ochoa Reza, quien dirigió el PRI durante la campaña de 2018 y es cercano a Peña Nieto.

Ruiz insiste: "Peña Nieto está jugando con dos grupos: con los gobernadores de su generación y con la nomenclatura que desde el partido está queriendo postular a alguien soñando que sea un candidato de unidad arrasador".

La exgobernadora Ivonne Ortega también habla del peso negativo que representa Peña Nieto para el PRI. En las elecciones estatales realizadas durante la administración peñanietista, el partido perdió cerca de 5 millones de votos, dice.

Según ella, eso pasó porque se regresó a las formas que no eran las que los militantes querían. Lo que ellos deseaban, dice, era opinar, que los consultaran. Si se hubiera hecho esa consulta, añade, probablemente José Antonio Meade hubiera llegado con legitimación, con estructuras y militantes convencidos. "Pero no. El nuevo PRI regresó a las viejas formas y la gente nos cobró la factura".

Las nuevas generaciones

En la reciente sesión ordinaria del Consejo Político Nacional, la dirigente del PRI, Claudia Ruiz Massieu, anunció que pedirá al Instituto Nacional Electoral (INE) que...

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