Triunfan entre protestas
En la Final de la Liga Alianza de escuelas de futbol, realizada en el estadio Metropolitano de Ciudad Neza entre Halcones del mismo municipio y Tuzos GAM, destacaron las protestas de los adultos en un juego de niños.
El campeonato logrado por los pequeños Halcones Neza de la generación 96 A, se vio opacado por los fuertes rumores y protestas de los entrenadores del conjunto del Pachuca, quienes acusaron a los rivales de alinear a cachirules.
Algunos padres de familia salieron bastante molestos del encuentro y se disgustaron con los representantes de la Liga ya que aseguraron que los ahora monarcas hicieron trampa.
"No se vale, ellos alinean a niños más grandes y enseguida se nota la diferencia de edades, además de que hicieron todo lo posible por ganar el juego antes de jugarlo. Nos citaron muy temprano, hicieron que se jugara a las nueve de la mañana.
"Que quede claro, nosotros jugaremos bajo protesta y vamos a pelear en las oficinas d ela liga que este juego no sea válido", decía el papá de un niño tuzo al árbitro.
Así, los que cargaron con la derrota, no son culpables del descalabro, ya que al fin niños ellos jugaron contra quien les pusieran enfrente, y por el lado contrario, los pequeños ganadores tampoco son culpables de tener que obedecer a sus entrenadores y ellos juegan donde los pongan.
Pero mientras son peras o manzanas y se resuelve el problema en la mesa, lo que sucedió en el terreno de juego fue lo mejor, con 22 niños jugando al tu por tu, con errores y aciertos, con nervios y arrojo.
Cada tiempo estuvo dividido en 30 minutos, por lo que fueron 60 de pura acción, de llegadas peligrosas que ponían a los papás y mamás aficionados al filo de la butaca.
Los locales Halcones, desde el inicio se fueron al frente, en busca de los goles que les dieran la corona, pero salieron con la mira desviada y se cansaron de fallar decenas de veces.
Los pequeños tucitos se vieron nerviosos, con poca confianza de manejar el encuentro, y por cierto, más nerviosos los ponían los gritos de los entrenadores quienes no ocultaban su molestia de ver a sus pupilos jugar con temor.
Qué más se les podía pedir a unos jugadores que por lo mucho apenas rebasaban los 7 años de edad, y que sólo querían pegarle a la pelota sin importar a donde fuera.
A pesar de la abrumadora presión que ejercieron los halconcitos, Pachuca se defendió con todo, como podían despejaban el peligro y el porterito se esforzó por salvara su...
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