Trump "renarcotiza las relaciones con la región"

AutorRafael Croda

BOGOTÁ.- Colombia ya acusó recibo de lo que se anticipaba desde hace semanas en círculos políticos de América Latina: que la lucha contra el narcotráfico será el eje de la relación del presidente Donald Trump con la región. Y, además, que la nueva estrategia para combatir ese fenómeno privilegiará, como en el pasado, las medidas represivas y las operaciones de corte policiaco y militar. Funcionarios del gobierno colombiano consultados por Proceso dijeron que Washington ha hecho saber a Colombia que el crecimiento de cultivos de hoja de coca en el país es un asunto "demasiado serio" para Trump y que eso requiere "soluciones rápidas" y el empleo de "acciones de fuerza".

El sociólogo Ricardo Vargas, un experto en cultivos ilícitos y políticas antidrogas, señala que "hay una presión fuerte de Estados Unidos para que Colombia reduzca el área (de plantaciones cocaleras) con un enfoque cortoplacista y represivo".

Eso, indica, está "deslegitimando" la estrategia de sustitución voluntaria de cultivos ilícitos incluida en los acuerdos de paz con la guerrilla de las FARC.

En la práctica, ya hay comunidades campesinas colombianas que comienzan a sentir la "mano dura" que impulsa nuevamente Washington en el combate a las drogas.

Hay datos que así lo corroboran: en los primeros tres meses de este año, el ejército y la policía han erradicado por la fuerza 8 mil 100 hectáreas de cultivos de hoja de coca, 56% más que en el mismo periodo de 2016.

Sólo en marzo fueron erradicadas 3 mil 452 hectáreas, la cifra más alta para un mes desde hace nueve años, lo que ha provocado protestas y cierres de carreteras de campesinos cocaleros que acusan al gobierno de incumplir el programa de sustitución voluntaria de cultivos ilícitos.

Y fue a principios de marzo, precisamente, cuando el secretario de Estado ajunto para Narcóticos y Asuntos de Seguridad de Estados Unidos, William Brown-field, visitó Colombia para advertir al gobierno del presidente Juan Manuel Santos que es necesario reducir los plantíos de hoja de coca.

Brownfield, diplomático de carrera que también defiende el uso del glifosato -un herbicida potencialmente cancerígeno- para erradicar los cultivos de hoja de coca, llegó a Colombia exhibiendo las cifras del Departamento de Estado que revelan que esos plantíos crecieron 68% entre 2014 y 2016.

En las reuniones privadas con funcionarios del Ministerio de Defensa, Brownfield advirtió que se necesita "más erradicación" de plantaciones de hoja de coca, y no sólo voluntarias, como lo hace hoy el...

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