El último monumento al fascismo en Europa

AutorAlejandro Gutiérrez

MADRID.- Tuvieron que pasar 44 años para que Francisco Franco fuera exhumado del Valle de los Caídos, el último monumento del fascismo en Europa. La mañana del jueves 24 se realizó el traslado de los restos al cementerio de Mingorrubio. Se hizo sin honores militares ni banderas franquistas en el féretro, como pedían los herederos.

Estos, sin embargo, sacaron el féretro a hombros hasta depositarlo en un coche funerario. Y la familia lo despidió con gritos de "¡Viva España!" y "¡Viva Franco!". El gobierno les advirtió que no podían colocar la bandera preconstitucional sobre el féretro dentro de la basílica, de lo contrario les abrirían un expediente sancionador. Lo hicieron en la intimidad, antes de reinhumarlo en su nuevo destino.

El 18 de junio de 2018, pocos días después de llegar a La Moncloa, Pedro Sánchez, presidente del gobierno, anunció su propósito de exhumar a Franco, argumentando que "una democracia madura como la de España no se puede permitir símbolos que separen a los españoles. No es abrir heridas, es cerrar heridas". La decisión tuvo la aprobación del Congreso de los Diputados. Y también de un auto judicial del Tribunal Supremo.

El papel del Poder Judicial puso fin a una larga batalla que los herederos, la Fundación Francisco Franco y el prior del Valle de los Caídos, Santiago Cantera, emprendieron durante 16 meses para intentar frenar el traslado.

En un mensaje institucional luego de sacar a Franco del Valle de los Caídos, Sánchez destacó que con la exhumación "se pone fin a una afrenta moral: el enaltecimiento de la figura de un dictador en un espacio público".

Con esta medida se pone fin al periodo del Valle de los Caídos como lugar de exaltación del dictador y de peregrinaje de los nostálgicos que participaban en misas oficiadas por monjes benedictinos, donde se hacía el saludo fascista y se pedía por "los caídos en la Cruzada de la Liberación" y por quienes dieron "sus vidas por Dios y por la Patria".

El historiador Nicolás Sánchez-Albornoz, protagonista de una de las fugas más conocidas durante la construcción del Valle de los Caídos, muestra "cierta satisfacción" de que finalmente se produzca la exhumación, una "decisión un poco tardía, pero ha llegado", para cumplir con este pendiente democrático. "Debe ser el principio de la reparación de las víctimas", sostiene.

En 1947 Sánchez-Albornoz y Manuel Lamana, miembros de la Federación Universitaria Escolar (FUE), fueron detenidos cuando pintaban "¡Viva la Universidad Libre", en una fachada de la Facultad de Ciencias Políticas de la Complutense, y sentenciados a trabajos forzados.

Pero en agosto de...

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