Se va al ritmo de cumbia

El adiós a Celso Piña en Gayosso Capillas Marianas, ayer en Monterrey, estuvo lleno de contrastes.

Su familia y amigos velaron el cuerpo de "El Rebelde del Acordeón" rodeados de solemnidad, mientras que a las afueras del recinto, sus fans celebraron su legado a ritmo de cumbia vallenata, baile y porras.

El músico, orgullo del barrio Cerro de la Campana, murió a los 66 años este miércoles a la 12:38 horas de un infarto, mientras se realizaba un chequeo médico en el Hospital San Vicente.

El funeral inició a las 15:00, pero sólo se dio acceso a familiares y amigos cercanos.

Se restringió a los fans, que esperaron hasta las 21:00 horas para pasar a despedir a su ídolo, con la condición de no llevar bolsas ni celulares.

En el oratorio ubicado en el quinto piso, cientos de personas dieron el pésame a la familia y se acercaron al féretro de madera que estuvo rodeado de coronas y fotos del cantante.

A la entrada se colocó un póster con su imagen y su famosa frase: "Gracias por estar aquí, pudiendo estar allá".

Algunos asistentes acudieron con vestimenta tropical, como le gustaba lucir al acordeonista.

"Fue algo que comunicó Celso a su familia y aquí estamos tratando de cumplir sus últimos deseos", comentó Alejandro Zea, mánager del artista.

Se tiene previsto que los funerales concluyan hoy a las 15:00 horas.

DE VUELTA AL BARRIO

La familia dispuso hacer mañana a las 12:00 horas una misa de cuerpo presente en la Basílica de Guadalupe, en la Colonia Independencia, en Monterrey, para que "su raza" le rinda...

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