Vacío de autoridad y crisis de gobernación

AutorEzequiel Flores Contreras

CHILPANCINGO, GRO.- El proceso electoral en la entidad para renovar la gubernatura, alcaldías y el Congreso local comenzó hace dos semanas y la clase política permanece escondida frente a la crisis de gobernabilidad generada por la masacre y desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa hace un mes en Iguala.

El caso exhibió la descomposición de la clase política de la entidad, provocó la intervención directa del gobierno federal y marcó la caída del gobernador, Ángel Aguirre, quien ante la escalada de protestas que reflejan la indignación de las víctimas de la narcopolítica y el vacío de autoridad que prevalece en el estado anunció su separación del cargo la tarde del jueves 23.

Alcaldes y diputados locales del PRD y del partido Movimiento Ciudadano, que en su mayoría son señalados por sus presuntos nexos con el narco, al principio cerraron filas y manifestaron su apoyo a Aguirre.

El respaldo fue encabezado por el presidente del Congreso estatal, Bernardo Ortega Jiménez, del PRD, así como por el dirigente estatal de este partido, Carlos Reyes Torres, y los alcaldes perredistas de la Zona Norte y la Tierra Caliente.

Ahí, la Policía Federal (PF) tomó el control en 13 municipios porque determinó que la delincuencia controla esos territorios, como el caso de General Canuto A. Neri (Acapetlahuaya), donde el alcalde Eleuterio Aranda Salgado, El Solitario del Sur, sólo es conocido por interpretar nar-cocorridos que exaltan a los líderes del grupo delictivo La Familia.

La delgada cuerda que sostenía a Agui-rre se reventó el jueves 23, un día después de que integrantes de la Asamblea Popular Nacional (APN), que aglutina a normalistas, miembros del magisterio disidente, padres de familia de los desaparecidos e integrantes de organizaciones sociales -algunas de ellas vinculadas por el gobierno federal con la guerrilla- marcharon en Iguala, el epicentro de la tragedia, donde destrozaron e incendiaron la sede del ayuntamiento.

Esas acciones desataron la ira acumulada de la población igualteca marginada, que saqueó las oficinas del ayuntamiento y locales del centro comercial Plaza Tamarindos, propiedad de José Luis Abarca Velázquez, el exalcalde, quien se encuentra prófugo.

La caída del gobernador Aguirre, a quien le quedaba casi un año en el gobierno, refleja el desgajamiento de la clase política y afecta de manera directa a los líderes de las principales corrientes del PRD en la entidad que son señalados de aliarse con la delincuencia y defender a...

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