Van de víctimas a acusadas

Dos jóvenes que la noche del martes denunciaron estar privadas de su libertad y ser obligadas a prostituirse fueron consignadas ayer al Reclusorio Norte acusadas de falsedad de declaración.

De víctimas, las dos mujeres terminaron por ser encarceladas, pues al rendir su declaración ante el Ministerio Público se retractaron de su acusación contra quienes presuntamente las vendían por 300 pesos.

Cuando llegaron a la 17 Agencia del MP, Ericka Julián Ildefonso y Ana Karen Julián Hernández se encontraban temerosas de enfrentarse con sus captores, incluso una de ellas entró en crisis y sólo repetía que las iban a matar si denunciaban.

Ellas eran las denunciantes de haber sido privadas de su libertad y obligadas durante tres días a ejercer la prostitución, como se decían menores de edad la averiguación se iniciaría por lenocinio, corrupción de menores y violación.

Sin embargo, las jóvenes se desistieron de la denuncia y debido a que, según el Ministerio Público, mintieron sobre su edad, ahora se les acusa de falsedad de declaración.

El caso fue turnado de la Agencia 48 Especializada en Delitos Sexuales a la 17, ahí volvieron a declararlas y en esta ocasión manifestaron que los policías preventivos que hicieron la detención las convencieron para dar la versión de que las obligaban a prostituirse, y éstos les "sembraron" droga a sus presuntos captores.

Finalmente la averiguación previa FDS/48T2/753/03-07 fue consignada al Reclusorio Norte.

La causa fue turnada al Juzgado 38 Penal, en donde rindieron su declaración preparatoria.

De acuerdo con la secretaria de acuerdos del juzgado, Claudia Martínez, las jóvenes dijeron tener 19 y 20 años, ambas ratificaron su última declaración en la que involucran a los policías preventivos. En las próximas horas se determinará su situación jurídica.

En la entrevista que dieron a METRO tras la detención de sus captores las jóvenes narraron lo que vivieron desde el sábado en que una mujer las invitó a trabajar y luego fueron encerradas en un local para sacarlas por las noches a venderlas.

Ericka dijo que era sacada con los ojos vendados y conducida a una bodega, ahí la obligaban a tener relaciones sexuales con extraños, a quienes les cobraban 300 pesos por cada sexoservicio, la historia se repitió en cuatro ocasiones.

"No nos llevaron a hoteles, se oía como una cortina que abrían y estaba sucio, era como una bodega", relató la adolescente.

Amaranta Arcos invitó a las adolescentes a trabajar con ella con la promesa de...

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