Vecinos del colegio Rébsamen, damnificados colaterales

Señor director:

Durante los días que duraron las labores de rescate, quienes ahí habitamos accedimos tácitamente al uso de nuestro predio para llevar a cabo las maniobras de rescate, aunque esto significara la destrucción y retiro de toda nuestra fachada: puertas corredizas del estacionamiento y puerta peatonal.

Uno de los muros del colegio Rébsamen, precisamente el que colinda con el edificio de Rancho Tamboreo 21, no se cayó pero está tan endeble que en cualquier momento se puede derrumbar. Por esa razón, esa pared fue apuntalada con polines, mismos que ocupan todo el espacio de acceso a nuestro condominio el que, por cierto, no resultó afectado por el sismo, como ya lo constataron los peritos de Protección Civil.

Y hasta la fecha, aunque en los primeros días tuvimos cercanía con las autoridades dele-gacionales -que en su momento se mostraron accesibles-, no hemos podido contactarlas nuevamente, pese a habérsenos comunicado que el 2 de octubre tendríamos una entrevista con ellas, misma que...

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