"A ver cómo reacciona" la sociedad

AutorJosé Gil Olmos

Tres días antes de que se diera a conocer la renuncia de Meade a la Secretaría de Hacienda para anunciar su aspiración a la candidatura del PRI, el presidente llamó a una reunión en Los Pinos a la exgobernadora yucateca Ivonne Ortega, la única que había anunciado desde hacía tiempo que pelearía dicha representación.

Una semana después Ortega declinó inscribirse en el proceso interno y se reunió con Meade para manifestarle su apoyo, "basada en mi lealtad y mi amor al partido" y, sobre todo, dijo, "por respeto a los principios priistas y empoderar a los militantes y a los ciudadanos".

El camino de Meade fue planchado por Peña Nieto con otras acciones, como la reunión privada con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, donde le anunció que no sería el elegido. Fue el propio exgobernador de Hidalgo quien comentó esto a sus colaboradores más cercanos el 25 de noviembre.

Aunque Emilio Gamboa y Manlio Fabio Beltrones dijeron que no había ninguna operación "cicatriz", el 29 de noviembre Meade y Osorio Chong comieron en un restaurante de la Ciudad de México, bajo la mirada de reporteros y fotógrafos que fueron avisados para registrar el encuentro. Lo mismo ocurrió al día siguiente, en otro restaurante, con Meade y el secretario de Turismo, Enrique de la Madrid, quien también había expresado su deseo por la candidatura.

Entrevistado por los medios el 30 de noviembre, luego de reunirse con los comités directivos estatales, Meade evitó hablar de asperezas dentro del PRI. "Nos estamos reuniendo como siempre. Tenemos muchos años trabajando juntos y todos los que participamos nos conocemos, nos queremos; les tengo a todos y cada uno de ellos mi agradecimiento, admiración, y estoy seguro de que su experiencia seguirá siendo valiosa para el país", sostuvo.

Y en cuatro días el exsecretario de Hacienda reunió las firmas de apoyo de todos los sectores, la estructura territorial y la totalidad de los comités estatales para ser ungido candidato por la Comisión Política Permanente.

Pero como candidato en solitario, sin competencia interna, Meade no podría hacer uso de los recursos públicos ni de tiempo en los medios para difundir su precampaña. Así que en el PRI idearon una estrategia para utilizar los tiempos y recursos del partido para divulgar las reuniones de su candidato con la militancia en su gira nacional de proselitismo.

La popularidad de Meade está por debajo de las de otros aspirantes, como Ricardo Anaya y Andrés Manuel López Obrador...

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