La verdad

AutorJavier Sicilia

Lo inquietante de ese pasaje no es tanto la pregunta de Pilato como el silencio de Jesús. El acusado, que hasta el momento ha respondido con claridad a cada pregunta del procurador, guarda silencio ante la más importante.

Hay que ver en eso una respuesta: la verdad no es un argumento, es la evidencia de lo que las argucias políticas han velado y está delante de ti.

Más acá de la verdad de la que Jesús dice dar testimonio -y que se encuentra a lo largo de todo el Evangelio-, es posible inferir que Pilato, al salir del pretorio y dirigirse a los acusadores, comprendió por un instante -luego, tomado por su escepticismo, se hará cómplice de la mentira- el sentido primero que guardaba el silencio de Jesús: "No encuentro en él ningún delito". Lo que Pilatos descubrió en la respuesta del silencio de Jesús es la inocencia del hombre que acababa de interrogar. Descubrió que sin verdad (lo que se manifiesta claramente tal y como es en su ser o, mejor, el ser de las cosas que se muestran tal y como son, libres de las apariencias que las enmascaran o falsifican) no hay justicia y todo termina en el crimen o en su consentimiento.

No recuerdo esta historia sólo porque el acusado y la víctima del relato sea el niño cuyo nacimiento acabamos de celebrar. Lo recuerdo, sobre todo, porque si algo caracteriza a este México devorado por el crimen es, precisamente, la ausencia de verdad, el ocultamiento de las redes de complicidad que lo hacen posible, el enmascaramiento y la falsificación de la verdad, a las que Pilato terminó por sucumbir.

Pese a que el 14 de septiembre de 2018 el presidente López Obrador se comprometió públicamente, en el Centro Cultural Tlatelolco, a una agenda de Justicia Tran-sicional -cuya base es una Comisión de la Verdad, con apoyo de la comunidad internacional, y un Mecanismo Extraordinario de Justicia, también con apoyo internacional- para poner ante la luz de la verdad a quienes en el pasado y en el presente hacen posible la violencia que azota al país, y llevarlos ante la justicia, no lo ha hecho. Después de trabajar arduamente con expertos esta agenda en la Segob, la 4T terminó, sin explicación alguna, por darle la espalda. La consecuencia no sólo son los casi 40 mil asesinados con los que cierra su primer año de gestión, sino las centenas de miles de víctimas que heredó de las anteriores administraciones y que, a falta de verdad, continúan sin obtener justicia.

Semejante a Pilato, que al salir del pretorio después de interrogar a...

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