El verdadero infierno de los Diablos

AutorRaúl Ochoa

El estadio Alfredo Harp Helú -inaugurado el 23 de marzo último por el presidente Andrés Manuel López Obrador- se encuentra en el centro de una disputa legal. La empresa Dünn Arquitectura Ligera, S.A. de C.V., demandó al Centro Deportivo Alfredo Harp Helú, responsable de la operación del recinto, por incumplir el contrato que ambos firmaron para la construcción e instalación de la estructura metálica y la cubierta del inmueble.

El estadio costó 3 mil 500 millones de pesos, cuatro veces más que el presupuesto inicial de 800 millones. De acuerdo con Luis Villaseñor, abogado de Dünn, el coste del inmueble se incrementó porque la empresa de Harp le fue haciendo modificaciones al diseño de la estructura del inmueble sobre la cual se debían instalar las columnas y el techo que cubren dicho escenario. Ello causó que se incrementaran "al 100%" los costos de estas obras que realizó la empresa que representa. No obstante, la administradora del inmueble asegura que los precios los elevó la firma de arquitectura.

En enero pasado, el Centro Deportivo Alfredo Harp Helú impidió que los trabajadores de Dünn continuaran con sus labores, argumentando que los costos se habían incrementado muy por arriba de lo pactado. Entonces, Dünn interpuso una querella ante un Juzgado en Materia Civil de la Ciudad de México, la cual demanda concluir las labores para las que fue empleada y el pago de los salarios adeudados.

En un documento que entregó a Proceso, Dünn sostiene que nunca contó con el "proyecto definitivo de inicio de la obra", lo que, según la empresa, era esencial para "un buen desarrollo y conclusión del proyecto". Se quejó de innumerables cambios de diseño que, "a la fecha, se siguen presentando" y puso en duda el diseño estructural de la obra e, incluso, señaló "el temor fundado de que dicha estructura colapse".

Lo asentó de esta manera: Dünn "exigió judicialmente que se llevaran a cabo peritajes (en la estructura del estadio) a fin de determinar si los cálculos del diseño estructural son correctos y, en su caso, establecer las medidas que deberán adoptarse para garantizar la seguridad y funcionamiento de la misma, ante el temor fundado de que dicha estructura colapse".

El nudo que se teje entre esta compañía y los responsables de la obra y del estadio es la figura de una "contragarantía" otorgada por la juez a la empresa de Harp Helú, también propietario del equipo Diablos Rojos del México, mediante el pago de una fianza equivalente al monto total reclamado por el interesado.

Por medio de esta garantía, el Centro Deportivo Alfredo Harp Helú, S.A. de C.V., pudo contratar a otra firma para concluir los trabajos de la estructura y el techado que, según el acusado, Dünn abandonó. Y eso fracturó un contrato que estaba firmado desde hace tres años.

De acuerdo con el sitio https://mexico. leyderecho.org, una contragarantía consiste en la caución que el tercero puede exhibir para dejar sin efectos la suspensión. Y ésta, en términos de lo previsto en el artículo 126 de la Ley de Amparo, "tiene que ser bastante" para restituir las cosas al estado que guardaban antes de la violación de garantías y para pagar los daños y perjuicios que sobrevengan al quejoso en el caso de que se conceda el amparo.

Las tareas encomendadas a Dünn se encontraban en "un 95 o 97% de avance. Sin embargo, a partir del 4 de marzo pasado, 19 días previos a la inauguración del estadio, sin justificación alguna se impidió el acceso al personal de Dünn para terminar los trabajos", indica la firma de arquitectura en un documentado...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR