Versiones extrañas y contradictorias

AutorMarcela Turati

Los asesinos -unas 14 personas, tres de ellas confesas- presuntamente quemaron y requemaron los huesos hasta pulverizarlos. Esperaron a que se enfriaran para fracturarlos en piezas pequeñas, luego los depositaron en bolsas de plástico negras y los esparcieron en el río Cocula. Todo un operativo, dijo el funcionario, para borrar evidencias; el nivel de degradación de los huesos hará difícil su identificación genética.

Como muestra, Murillo Karam exhibió fotos de los supuestos hallazgos en el fondo del basurero conocido como El Hoyo del Papayo (casquillos de bala, pedazos de tierra quemada, dientes y fragmentos de huesos). Las tomas se hicieron en el sitio que, el 28 de septiembre, captó el grupo de fotógrafos que él mismo invitó a conocer: al fondo de un cráter al que los peritos sólo pudieron bajara rapel.

La tortura de los normalistas no fue detectada porque, según indicó, el basurero está lejos de la población (que seguramente vive atemorizada) y se hizo debajo de una barranca; no entró más el camión de la basura.

Las preguntas se multiplican: ¿Acaso no llamó la atención una quema de tal magnitud? ¿No se detectó el humo o los olores? ¿Realmente El Papayo era un lugar abandonado? ¿Nadie entró durante un mes a tirar basura? Si los cuerpos fueron quemados en el fondo del barranco, ¿cómo subieron los supuestos despojos si el terreno es imposible? ¿Dónde queda el río al que fueron echados?

El procurador señaló que dos empleados que conducían el camión de la basura 01 fueron interceptados (Murillo Karam no indicó la fecha) por dos de los asesinos confesos, quienes les impidieron el paso y les ordenaron que regresaran.

"Esta versión fue en un primer momento narrada por dos de los detenidos y posteriormente confirmada por los propios empleados del municipio de Cocula, quienes además reconocieron a los detenidos como los mismos que les impidieron el paso, señalando que no se habían acercado a declarar motu proprio en razón de tener temor a represalias; viendo todo esto entiende uno ese temor", dijo.

Esa versión es distinta a la que Proceso encontró al hablar con el alcalde de Cocula y los trabajadores que usan los tres camiones de basura que dan servicio al municipio.

El 28 de octubre, día que se anunció el operativo en el basurero El Papayo, los empleados del Departamento de Limpia no se mostraron nerviosos. Dijeron que ese camino es transitado por bastantes personas que van a sus milpas; uno de ellos incluso llevó a un grupo de reporteros a las...

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