Viacrucis por la justicia

Rosa Elvia Mercado Alonso y Joel Medina Salazar viajaron una vez más de Saltillo a la Ciudad de México en el 2015 para indagar en la Procuraduría General de la República por el expediente del asesinato de su hijo Jorge Antonio Mercado Alonso y de su amigo Javier Francisco Arredondo Verdugo, de 23 y 24 años, respectivamente.

Habían pasado cinco años del crimen, muchas vueltas, cientos de llamadas.

"Ya estamos terminando la investigación, nos faltan unos detalles", les dijo algún burócrata. "Dennos un mes".

La profesora de matemáticas y el ingeniero en electrónica y comunicaciones volvieron al mes: que faltaban otras indagaciones. Usualmente paciente, la pareja se molestó, pero aceptó la explicación. Pidieron cita con Gilberto Higuera Bernal, Subprocurador de Control Regional de Procedimientos Penales y Amparo. Los recibió tiempo después, en noviembre.

"Téngannos paciencia, ya se va a solucionar el caso", les dijo. "Yo personalmente me voy a hacer cargo".

"¿Cuándo quiere que volvamos?", preguntó el padrastro de Jorge, a quien de cariño el chico llamaba "Papirrín".

"De ninguna manera, yo voy a Saltillo a informarles". Llegó el 16 de diciembre.

El funcionario le comentó que ya estaba por consignar el caso ante un juez. "¿Cree que para el sexto aniversario esté resuelto?", preguntó Rosa Elvia. "¡Para marzo falta mucho!", contestó, risueño. "Esto está en días".

Pero terminó diciembre y murió enero. En febrero decidieron volver a la PGR, pero vía telefónica les dijeron que no era necesario: el 22 de ese mes el expediente sería enviado a Monterrey.

La pareja quedó convencida y avisó a familiares y amigos de ellos y de Javier. Dos días antes de la fecha prometida, sin embargo, les hablaron: "Hay cambio de planes, se detuvo la consignación".

Razones vagas: Joel llegó a ver el expediente emplayado sobre un escritorio y listo para su envío.

Molestos, acudieron a la PGR. Higuera argumentó cualquier cosa, pero aseguró que para el 3 de marzo se concretaría la consignación.

"Nada más no le digan nada a la prensa", pidió.

Y llegó el silencio. El Subprocurador dejó de responder llamadas, la Procuradora Arely Gómez nunca los atendió. La pareja y la familia de Javier vivieron el sexto aniversario del crimen tal como en años anteriores: con nada entre las manos.

"Se burlaron de nosotros, una y otra vez, alguien o algo detuvo la consignación", dijo Joel en 2016 y Rosa Elvia lo tomó del brazo y bajó la mirada.

Ambos estaban sentados en la sala de su casa en cuyas paredes abundan fotos del sonriente estudiante de la maestría...

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