Víctima del covid-19, el INAH sufrirá un recorte feroz

AutorJudith Amador Tello

El director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto, anunció el pasado 22 de abril, por videoconferencia, un recorte de alrededor de 50% al presupuesto de la institución, que impactará la contratación de personal del capítulo 3000, y la investigación y cuidado del patrimonio cultural, entre otras actividades sustantivas.

Al pedir a los trabajadores el mayor sacrificio, comprensión y solidaridad, destacó que las medidas tomadas para enfrentar los problemas que arrastra desde antes de la pandemia son muy comprensibles y necesarias, entre ellas la extinción del Fideicomiso para el Fomento y la Conservación del Patrimonio Cultural (Fideinah), como reportó Apro el pasado 27 de abril.

Un grupo de más de 160 investigadores del INAH, entre ellos varios eméritos, coincidió a través de una carta publicada en estas páginas (Proceso 2269) en la necesidad de reorientar el gasto público, pero rechazó que los problemas se resuelvan creando otros igual de graves o "vulnerando las tareas sustantivas del Estado".

Según Prieto, del presupuesto total, 82% -equivalente a 2 mil 951 millones de pesos- va al personal de base, "eso es lo que cuesta"; alrededor de 6.6%, 255 mdp, es para personal de confianza; y 4.5% a eventuales, dejando a la operación del instituto entre 2% y 3% del presupuesto anual, lo cual es "un desequilibro enorme". Se subsana con los llamados au-togenerados, pero se ha señalado que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) se ha retrasado en su entrega. Ahora se suma el hecho de que la emergencia sanitaria mantiene cerrados museos y zonas arqueológicas, por lo cual no se reciben esos ingresos.

La reducción de 50% que les exige la Secretaría de la Función Pública, añadió, pegará a los rubros de operación (telefonía, luz, arrendamientos, seguros); gastos por servicios personales, que es el capítulo 3000, mediante el cual se han contratado desde hace más de una década investigadores, especialistas y trabajadores a los cuales no se les ha podido dar una base. Y no se hará ahora, pues Hacienda ha puesto énfasis en que se suspende toda contratación que no esté autorizada por dicha dependencia.

Asimismo, se deben reducir los recursos de 155 mdp aprobados inicialmente para el Sistema Institucional de Proyectos en, por lo menos, 42%, y ejercer un máximo de 90 mdp, para lo cual cada centro de trabajo definirá sus prioridades.

¿Al diablo las instituciones?

Al doctor en ciencias Iván Franco Cáceres, investigador del Centro INAH-Yucatán y autor de ¿Quiénes lucran con el patrimonio cultural de México?, no le sorprende ya esta situación. Considera que la "debacle" del INAH inició con la creación, a instancias del grupo de Octavio Paz, del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conacul-ta) en 1988, y se reafirmó al transformarlo en la Secretaría de Cultura en 2015.

Era una institución vinculada en su origen, en el gobierno cardenista, a la educación.

"El problema -dice- es que el Estado dejó de ser educador" para convertirse, a partir del gobierno de Carlos Salinas de Gortari, en un Estado mercader, "ya no era un Estado de bienestar social, sino neoliberal, y puso todas las actividades culturales en una misma bolsa, incluidas las nuestras".

Hace una analogía con lo que ha señalado el...

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