La victoria de la derrota (Puebla, hace 150 años)

Termina 2013 y pasará mucho tiempo antes de que vuelva a llamar la atención el Sitio de Puebla (16 de marzo-17 de mayo de 1863). A diferencia de las grandes conmemoraciones que hubo el año pasado por la victoria del 5 de mayo, esta vez no se hizo ninguna celebración nacional, si bien el estado de Puebla y el mundo académico no dejaron . pasar en silencio este hecho fundamental para nuestra historia. Se presentó así mismo un excelente documental de Enrique Krauze en Clío Tv. (25 de agosto) en que participaron Jean Meyer, Pedro Ángel Palou Pérez, Humberto Morales Moreno, Pedro Mauro Vázquez, el comandante Antonio Campuzano, historiador del Colegio Militar, y Jorge Carretero, creador de la Fototeca Antica de Puebla.

El relativo silencio debe de tener mu-chas causas. El sesquicentenario pasó sin gloria como transcurrieron los dos siglos del verdadero comienzo de la Independencia en el Congreso de Chilpancingo, la Constitución de Apatzingán y el gran texto de José María Morelos sobre Los sentimientos de la nación. Los lugares sagrados de aquel momento quedaron invadidos por las aguas salvajes o son escenarios de la violencia armada. México está más lejos que nunca del país que soñaron los insurgentes de 1813.

Respecto a Puebla, el 5 de mayo de 1872 no sufrió sitio alguno y fue clara la victoria de Zaragoza sobre Lorencez. Todo se resolvió en un día. En cambio al año siguiente hubo un larguísimo asedio en que se llegó a combatir casa por casa y el heroísmo de Jesús González Ortega y sus generales se ganó el respeto y la admiración del enemigo. El proble-' ma se ahonda porque el héroe de aquel asedio terminó por convertirse en ene-migo de Juárez y porque tanto en la segunda como en la primera batalla tuvo una participación muy destacada Porfirio Díaz. Se prefirió pues silenciar el acontecimiento y no insistir en hechos que estremecen la historia oficial.

Los generales del pueblo

Si la rebelión de Ayutla (1854-1856) fue el último enfrentamiento entreoíos antiguos insurgentes como Juan Álvarez y los que militaron en las filas virreinales como Santa Anna, su consecuencia directa, la guerra de la Reforma (1858-1861) vio la lucha entre la primera generación de generales egresada del Heroico Colegio Militar, y por tanto héroes del 47, como Miguel Miramón y Leo-jiardo Márquez, contra los generales del jjueblo que se improvisaron con el mayor éxito pero sin instrucción bélica alguna, por ejemplo Zaragoza y el propio González Ortega. Este, en...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR