La vida de los sirios en un "tercer país seguro"

AutorAndrés Mourenza

ESTAMBUL.- En algunas calles de esta capital son cada vez más comunes los negocios con rótulos en árabe -idioma ajeno a la población local- que ofrecen pollo frito al estilo de Alepo, comida yemenita o palestina, café de Damasco y dulces de Medio Oriente. En la céntrica avenida Istiklal los turistas se detienen ante jóvenes sirios que cantan para ganarse unas monedas, o pasan sin mirar ante una familia de refugiados que mendiga.

Los turcos, cuya lengua se escribe en caracteres latinos desde 1928, se consideran más cercanos a los europeos y siempre han mirado a sus vecinos del sur con cierto aire de superioridad: hasta hace un siglo esos países eran meras provincias de un imperio, el otomano, dirigido desde los palacios estambulitas. Ahora ven con aversión cómo su país se "arabiza".

No son sólo los 3.6 millones de refugiados sirios que viven actualmente en Turquía (país de 80 millones de habitantes), también hay 150 mil iraquíes que escaparon de la guerra en su país y varias decenas de miles de egipcios, palestinos, libios o yemenitas, a quienes se suman los afganos (unos 170 mil), somalíes (5 mil) y miles más de africanos y asiáticos que cada año llegan a este país a fin de usarlo como trampolín para acceder a Europa.

"En torno al núcleo central que componen las superpotencias capitalistas como Estados Unidos y la Unión Europea (UE) se está formando una especie de cin-turón aislante respecto a Latinoamérica, en un caso, y al África Negra y Oriente Medio, en el segundo", sostiene Francisco Veiga, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona y autor del libro El turco.

Estas nuevas fronteras, opina Veiga en entrevista, las forman una serie de territorios como México, respecto de sus vecinos del norte, o el Magreb, Turquía y Ucrania, respecto de Europa.

"No se trata de fronteras al viejo estilo, con alambradas y soldados vigilando, sino fronteras blandas, más propias del neoli-beralismo, que a su vez son territorio de contacto e intercambio. Un nuevo tipo de hinterland."

El concepto hinterland ("tierra posterior") fue usado por primera vez en tratados alemanes de geografía del siglo XIX, si bien su popularización corrió a cargo de Zbigniew Brzezinski, consejero de seguridad nacional estadunidense en los setenta.

En el imaginario europeo, Turquía -que engarza Europa con Asia y con Medio Oriente y, a través de esta región, con África- se pretende como esa zona de frontera ancha y blanda donde se queden los refugiados y migrantes. Este nuevo hinterland, prosigue Veiga, lo forman países "con un grado de estatalidad reducido", caracterizados por...

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