La violencia de los infiltrados

AutorAnne Marie Mergier

PARÍS.- Terrible resulta el balance de los brotes de violencia que sacudieron esta ciudad el sábado 1: 131 barricadas y 112 vehículos incendiados, seis edificios parcialmente destruidos por las llamas, 133 heridos, entre ellos 23 policías, 412 detenidos, incluidos 33 menores de edad... Destrucción de comercios y de mobiliario urbano cuyo costo rebasa los 3 millones de euros.

Y eso no es nada comparado con lo que le espera a París este sábado 8, advirtió el jueves 6 David Le Bars, secretario general de los Comisarios de la Policía Nacional.

"Vamos a tener que enfrentar violencias urbanas, guerrilla urbana, inclusive estrategias insurreccionales. Se trata de acontecimientos de una dimensión inédita que no sólo amenazan a la capital sino también a otras ciudades de provincia", señaló Le Bars antes de precisar:

"Son personas que quieren hacer tambalear las instituciones, destruir edificios... Van a llegar muchísimos más que la semana pasada".

Difícil saber si el alto mando policiaco se mostró extremadamente alarmista para disuadir a los Chalecos Amarillos pacifistas -la amplia mayoría del movimiento- de participar en las manifestaciones previstas en toda Francia o si la situación es realmente tan grave como lo denuncia.

Como quiera que sea, no hacen falta grupos extremistas en Francia ansiosos de sembrar el caos. Periodistas, policías y expertos que trabajan sobre grupos "ultras" afirman haber detectado a muchos de éstos en las manifestaciones de los pasados 24 de noviembre y 1 de diciembre.

Señalan la presencia de integrantes de Les Barjols, una de las pequeñas organizaciones de ultraderecha violenta que los servicios de inteligencia tienen en la mira. También ubicaron a, entre otros grupos, integrantes de Acción Francesa, de obediencia monárquica sumamente radicales, y de Generation Identitaire, particularmente virulentos contra los inmigrantes.

Según especialistas académicos y policiacos, los movimientos extremistas de ultraderecha contarían con un núcleo duro de mil activistas "dispuestos a todo" y apoyados por unos 2 mil simpatizantes.

Todo parece indicar que su combatividad se exacerbó después de los atentados terroristas que enlutaron a Francia a partir de 2015. Su meta es defender al país contra "la invasión islamista que lo amenaza inexorablemente. Luchar contra los inmigrantes y el gobierno de Emmanuel Macron son también sus objetivos prioritarios".

Laurent Nuñez, quien encabezó la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI) antes...

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