Un virus que paraliza la economía

AutorAdrián Foncillas

BEIJING.- En el distrito de Guomao, el vibrante corazón financiero de esta ciudad, tras la jornada laboral un río de oficinistas fluía hacía los elitistas restaurantes del área. Hoy esos sitios muestran un aspecto desolador, confirma el gerente de un local: sirven una quinta parte de los cubiertos habituales, la normativa prohíbe mesas de más de cuatro comensales y a la falta de clientes se suma la del personal. "Sólo tenemos a los que no se fueron de la ciudad en las vacaciones de Año Nuevo. Los demás no han podido regresar y cuando lo consigan tendrán que someterse a una cuarentena obligatoria de dos semanas en sus casas", lamenta.

La crisis, vaticina, va a enterrar muchos negocios.

El coronavirus agripó a la economía china y golpeará la global con una intensidad aún por calibrar. Ya superó la crisis del SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo) en 2003, porque tanto China como el mundo han cambiado: el gigante asiático ha virado su modelo económico al gasto privado y su economía está más imbricada en el engranaje global. Los mil 400 millones de consumidores chinos encerrados en casa, gastando apenas en comida y mascarillas, son un problema serio para Beijing y para el mundo.

China ha aligerado las draconianas cuarentenas en buena parte del país y ordenado una escalonada reactivación de la industria. Las autoridades afrontaban un dilema shakesperiano: fomentar el regreso al trabajo o blindarse ante el virus. Los vagones de metro y los autobuses semivacíos sugieren que la población prioriza la segunda.

La crisis alcanza a Beijing en un momento complicado: está recuperándose de la guerra comercial con Estados Unidos y tiene reformas estructurales pendientes. En 2020 debía alcanzar logros largamente publicitados, como la erradicación de la pobreza o doblar el Producto Nacional Bruto de hace 10 años.

Ahora se amontonan las dudas: el crecimiento económico del primer cuatrimestre se da por perdido y el anual, según los expertos, rondaría 5%. El 6.1% del pasado año ya fue el más bajo en tres décadas. En juego está la "sociedad de bienestar" que había prometido su presidente, XiJin-ping. Un virus amenaza con arruinarle la planificación a un gobierno célebre por cumplirla al milímetro.

"El impacto económico será mucho mayor que el del SARS, lo multiplicará al menos por 10", calcula Scott Kennedy, sinólogo del Centro de Estudios Internacionales. "Esperamos un gran golpe en la economía china en la primera parte del año, que reverberará en todo el...

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