La Wallace desdeña la doctrina del PAN

AutorÁlvaro Delgado

Impuesta por la cúpula del Partido Acción Nacional (PAN) como candidata a la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal -pese a la promesa de que esa posición se disputaría en una elección abierta a toda la ciudadanía-, Isabel Miranda de Wallace goza de un trato de privilegio.

El PAN le ha dispensado todo, incluidos los compromisos doctrinarios que los aspirantes a candidatos están obligados a firmar, aun los que -como ella- no son militantes. "Yo no he firmado nada", asegura.

-¿No se comprometió a respetar los documentos básicos del PAN?

-No, porque yo no soy panista. Eso es para los panistas.

-También para los externos.

-No. A mí no me dijeron: "Aquí está esto y tienes que respetarlo". Jamás, porque es candidatura independiente, no es candidatura de ellos.

Sin embargo el Reglamento de Selección de Candidatos a Puestos de Elección Popular dispone, en el artículo 34, que todos los aspirantes deben firmar, entre otros documentos, la "carta de aceptación de la precandidatura y (el) compromiso de cumplir con los Principios de Doctrina, Estatutos, Reglamentos del Partido, así como aceptar y difundir su Plataforma Política y cumplir con el Código de Ética".

Y en el artículo 35 se establece que sólo podrán ser precandidatos "los ciudadanos de reconocido prestigio y honorabilidad que asuman el compromiso de aceptar los Estatutos, Principios de Doctrina, Reglamentos, los Programas de Acción Política, Plataformas y el Código de Ética del Partido".

Conforme a estas obligaciones, todos los aspirantes a cargos de elección popular del PAN deben entregar a la Comisión

Nacional de Elecciones cuatro formatos, entre ellos el RF-03 que los compromete a cumplir, durante el proceso interno de selección y la campaña electoral constitucional, los principios de doctrina, estatutos generales y reglamentos del partido.

Pero la señora Wallace asegura que lo único que ha firmado es un documento del Instituto Federal Electoral -ni siquiera del órgano electoral capitalino- "donde puse cuál es mi nombre y que acepto la candidatura".

A este desaseo normativo se suma el político: El presidente del PAN, Gustavo Madero, quebrantó el pacto que hizo el 21 de diciembre con los cinco aspirantes a esa candidatura a realizar una elección abierta a los ciudadanos; los cinco -Gabriela Cuevas, Mariana Gómez del Campo, Demetrio Sodi, José Luis Luege Tamar-go y Carlos Orvañanos- se enteraron de la imposición de Miranda de Wallace cuando era un hecho consumado.

Desde el 12 de enero, cuando Madero y la cúpula del PAN la presentaron como su candidata -ante la furia manifiesta sobre todo de Sodi y Luege-, Wallace ha escandalizado a los panistas con expresiones y temas para ellos inaceptables: Aborto, uniones entre personas del mismo sexo, adopción de niños por homosexuales y programas de gobierno más propios del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

"Creo que ellos, en su interior, indudablemente que les debe doler que yo no salga a decir que voy a acabar con el aborto, pero yo no voy a decir una mentira, lo único que me corresponde es aplicar la norma", insiste la activista, a quien le da lo mismo haber sido candidata del PRD. "Si...

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