Washington usa al gobierno mexicano para afinar sistemas de espionaje antimigratorio

AutorJ. Jesús Esquivel

WASHINGTON.- En su afán por usar al gobierno de Enrique Peña Nieto como oficina migratoria de Estados Unidos, la administración de Donald Trump lanzó otra convocatoria a empresas biométricas y de espionaje para desarrollar tecnología que se instalará en México con el fin de recolectar datos de inmigrantes centroamericanos y posiblemente de mexicanos.

La documentación revisada por Proceso revela asimismo que el Departamento de Estado le asignó un nuevo contrato por 58 millones de dólares a CSRA Inc., empresa que fortalecerá los sistemas de recopilación de datos que ya funcionan en México desde 2014 por auspicio de la Iniciativa Mérida.

"La intención es que los sistemas que ya operan en México sean interoperables con los sistemas y bases de datos del Buró Federal de Investigación (FBI), el Departamento de Seguridad Interior (DHS) y el Pentágono", se lee en la convocatoria que el gobierno de Trump emitió a principios de este año.

"El sistema de recopilación de información biométrica y las aplicaciones (software) que tiene y que está instalado y operando en México no se puede comunicar con los programas del FBI, DHS y del Pentágono", subraya la convocatoria que otra empresa cibernética y de seguridad estadunidense proporcionó a este semanario.

"La respuesta de las empresas que disputan la licitación del contrato se entregó al Departamento de Estado el 13 de abril", explica al reportero un ejecutivo de la firma que facilitó el documento de la requisición de servicios.

"Lo grave y preocupante de estos sistemas es que, una vez instalados, las agencias mexicanas como el Instituto Nacional de Migración (INM) fungirán involuntariamente como entes de espionaje y de inmigración del gobierno de Estados Unidos; por ello los datos de ciudadanos mexicanos podrían a su vez estar en riesgo de ser enviados al DHS", alerta el experto en tecnología cibernética, quien, para proteger su empleo y los intereses de la compañía donde trabaja, exigió el total anonimato como condición para hablar del asunto.

En 2008, cuando el entonces presidente Felipe Calderón aceptó la promulgación de la Iniciativa Mérida, con los compromisos de cooperación bilateral y de responsabilidad compartida en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, el gobierno de Estados Unidos aprovechó la oportunidad, entre otras cosas, para instalar en México satélites de espionaje de todas sus agencias de inteligencia (Proceso 1776).

No conforme con ello, en 2012, al arrancar el nuevo...

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