La conexión yucateca de Granier

AutorJenaro Villamil

A las 4 de la tarde del viernes 25 de mayo de 2012, tres camionetas Suburban donde viajaban agentes judiciales de Tabasco y de Yucatán le cerraron el paso a Erna Gabriela Molina Canto, quien transitaba en su auto por la avenida principal de la colonia México, en Mérida, Yucatán. Iba con sus tres hijos: Mariana, Martín e Isabella, de ocho, seis y cuatro años, respectivamente.

Uno de los agentes metió la mano por la ventanilla del carro, le jaló el cabello a la mujer y la golpeó contra el cristal; al mismo tiempo otro agente se subió por la puerta del copiloto, apagó el motor y tomó las llaves.

La bajaron del vehículo. Le apuntaron al rostro con armas de alto calibre y le golpearon en las costillas. Le colocaron las manos atrás y le taparon la boca. Los agentes llevaban una orden de aprehensión contra la joven. Los niños gritaban: "¡Qué le hacen a mi mamá!".

De una de las camionetas bajó Martín Alberto Medina Sonda, esposo de Erna Gabriela y padre de los tres niños. Los agentes le dieron la señal para que se los llevara. "Por favor, no nos lleves, no nos lleves, ¿qué le están haciendo a mi mamá?", preguntó Martín, quien padece problemas de sueño y asma.

De acuerdo con el relato de la propia Erna Gabriela, publicado en la revista Voz de la Mujer, Medina Sonda apuntó con una pistola y bajó a Isabella, la menor, Martín se desmayó y Mariana, la mayor, pidió que la dejaran con la niñera Suemmy.

Desde esa tarde, Molina Canto no ha vuelto a ver a sus hijos. Los agentes la condujeron a Villahermosa, Tabasco, acusada de "retención ilegal" de la camioneta, propiedad de su esposo. La encarcelaron cuatro meses, siendo inocente, según consta en el expediente penal 99/2012 del juzgado tercero penal de Tabasco. Recuperó su libertad en septiembre de 2012, tras pagar una fianza, en medio de triquiñuelas de los tres jueces relacionados con el caso, en especial, de Ramón Brown Ruiz.

Al salir de la cárcel, Molina Canto regresó a Mérida para reclamar a sus hijos. La juez primero de lo familiar de Yucatán, Sandra Bermejo Burgos, le negó verlos, a pesar de que ésta falló a su favor en febrero de 2011.

El 18 de octubre de 2012 la juez nombró tutores a los abuelos paternos Juana María Sonda Herrera y Julio Alberto Medina Guru-bel. Con ello le quitó la custodia a la madre.

Argumentó que como en estos momentos los abuelos tienen a su cuidado a los niños, con esta medida se evita cambiarlos a otra realidad social y causarles daños emocionales y psicológicos...

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