Vanessa Zambotti. La ochomesina que se volvió campeona

AutorRaúl Ochoa

A los ocho meses Vanessa batallaba para respirar porque su laringe no se había desarrollado por completo. Asistida por respiradores artificiales duró mucho tiempo hospitalizada. "Está viva de puro milagro, gracias a Dios se logró", dice su hermana Emma.

Con sus defensas disminuidas sufrió los primeros embates de la fiebre a los seis meses de nacida. Las preocupaciones para sus padres parecían no tener fin, pues al cumplir un año sufrió hepatitis. Cuenta Esther, su madre, que en cuanto superó las adversidades de recién nacida, Vanessa "creció fuerte como un roble".

En plena infancia sus largos y robustos brazos la distinguían del resto de sus compañeros del colegio. Para entonces su gruesa complexión era motivo de burla por parte de sus compañeros. Víctima del bullyng, rechazada y agredida a causa de su físico, volvía a casa con semblante serio y triste. Su mamá le daba ánimos para que no le afectaran esas muestras de rechazo.

Durante esos años Vanessa sólo cultivó la amistad de Zaira, su compañera de aula en la secundaria en Parral, Chihuahua. Esther dice que esa relación es tan entrañable que todavía perdura, pese a que desde el año 2000 Vanessa no ha dejado de entrenar en la Ciudad de México y su amiga permanece en Parral.

"En la secundaria Vanessa se portaba medio seria porque muchas de sus compañeras la discriminaban. No se juntaban con ella por su aspecto de niña gordita; le hacían el feo y se sentía muy triste, pero nunca tiró la toalla", dice la madre, quien se ufana de que hoy en día Vanessa sea una atleta consumada: "Ahora todas son sus amigas, incluso aquellas que tanto se rieron a sus costillas por su físico."

Tesón

Vanessa Zambotti Barreto tiene 30 años. Mide 1.72 metros, pesa 125 kilos, viste talla extragrande y calza del siete y medio. Criada con machaca, tortillas de harina y papas con queso al horno, su fuerte carácter lo demuestra dentro y fuera del tatami. El pasado 28 de junio se presentó sin uniforme a la ceremonia de abanderamiento de la delegación que asistirá a Londres 2012, en un acto en Los Pinos con Felipe Calderón. En la víspera, la judoca descargó su ira contra el proveedor de la ropa deportiva a través de su cuenta de Twitter:

"No es posible que son mis terceros Juegos Olímpicos y Atlética siga mandándome ropa que no me queda. Me exigen que sólo porte esta marca, me exigen que use la marca, pero me dan una talla M. Soy una atleta que ha representado a México durante 10 años y no me dan ropa a mi medida."

Para...

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