La zarandeada zarabanda

AutorSamuel Maynez Champion

Vayamos pues al punto, que la historia merece una lectura donde, lo garantizamos, no escasean las sorpresas. El primer escollo emerge de la etimología. Se ha especulado que su apelativo pudo provenir del hebreozarah, que significa esparcir. También de la palabra persa serband, que era el nombre de un cintillo que usaban las bailarinas para sujetarse el pelo. Asimismo, hay trasnochadas "Historias de la música" que refieren que su procedencia es morisca, pues sarabande en árabe se traduce como "ruido" y que en su forma musical se aposentó en España desde el siglo XII. Sin embargo, nos hallamos en ámbitos especulativos. Lo único cierto es que España fue el primer sitio desde donde se irradia su influencia y que ésta, al cabo de casi cinco centurias de evolución, sigue viva. Prueba de ello es que una vez rebasado su auge en los siglos XVII y XVIII, ha seguido cultivándose y todavía en el XX hallamos ejemplos paradigmáticos. El último conocido es una zarabanda para arpa de 1998 del sono-rense Arturo Márquez.

Más tornemos al devenir temporal en pos de reclamar un origen que nos pertenece, y que si no es enteramente nuestro, es al menos atribuí-ble a nuestro expoliado continente. Según hallazgos recientes, las menciones más tempranas acaecen en nuestras latitudes. La más arcaica es la del poema "Vida y tiempo de María Castaña", de Fernando Guzmán Mejía, fechado en Panamá en 1539. De este podemos colegir que la forma primitiva se cantaba y que habría de bailarse con un ritmo que, a la postre, sería censurado. Obviamente, de la música no hay rastro. La cuarteta que nos interesa dice: Os estéis sobando la harina blanca/ con huevos, con azúcar, con manteca/ al son de zambapalo y zarabanda/ o en el paraíso estéis ahora de Meca...

De ahí tienen que transcurrir 27 años, es decir hasta 1566, para encontrar la segunda referencia documental. Se trata de un poema "glosado a lo divino" de Pedro de Trejo, cuyos villancicos se entonaron en la catedral de Pátz-cuaro. Se titula "Zarabanda, ven ventura" y su primera copla reza: El criador es ya criatura,/ Zarabanda ven y dura./ Tiene Dios hecha una ley I desde que Adán le ofendió! que al hijo, que es Dios y Rey I a la muerte le obligó! por salvar a la criatura./Zarabanda, ven y dura.

Lo escalofriante del asunto es que el tribunal del Santo Oficio procesó al ingenioso Trejo por el sacrilegio contenido en el primer verso -El criador es ya criatura-, y que no obstante haber recibido licencia del obispo de Michoa-cán...

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