“Los Zetas” muestran el músculo

AutorVerónica Espinosa

Zacatecas, ZAC.- El despliegue táctico que exhibió el crimen organizado la noche del martes 1 en la zona conurbada de la capital y el municipio de Guadalupe fue inédito en el estado: rebasó a las corporaciones policiacas y al Ejército, y dejó a los zacatecanos inmersos en la psicosis.

Durante casi cinco horas, entre las 20:00 del martes y la 1:00 del miércoles, grupos armados recorrieron la ciudad a bordo de vehículos, y a su paso fueron bloqueando la circulación para salir después por el camino a Cieneguillas, que pasa a un costado del centro penitenciario de igual nombre, del que se fugaron 53 reos con ayuda de Los Zetas en mayo de 2009.

El primer grupo se enfrentó con policías estatales en una plaza comercial que está a unos metros de la residencia del gobernador, Miguel Alonso Reyes, en el fraccionamiento Bonaterra, de acceso restringido por un enorme enrejado y por vigilantes.

A las puertas de la casa de Alonso Reyes –que andaba de gira oficial en Japón– hay una guardia permanente de dos patrullas con cuatro agentes policiacos. Éstos fueron los primeros que vieron el vehículo estacionado con hombres armados a un costado del acceso a la privada. Se desató la balacera.

De acuerdo con una versión extraoficial obtenida por Proceso, se trató de una demostración de fuerza de Los Zetas ante los retos que desde finales de diciembre de 2010 lanzó, mediante narcomensajes colocados en varios municipios, la nueva organización que se hace llamar Cárteles Unidos, que pretende desplazarlos del estado. En todo caso, los autores de los ataques siguieron tácticas similares a los narcobloqueos y atentados prácticamente simultáneos en Guadalajara y Monterrey.

Este efecto de la guerra federal contra el narcotráfico –la lucha de los grupos entre ellos– desató desde hace unas semanas, en los municipios del sur del estado, una ola de balaceras, secuestros, ejecuciones y levantones de policías municipales, que provocaron miedo y ahuyentaron a los trabajadores migrantes. El martes 1, el impacto llegó hasta la capital zacatecana y su zona conurbada.

Los mensajes atribuidos a Cárteles Unidos no dejan dudas: se dirigen a Heriberto Lazcano Lazcano, El Lazca. Así se leyó en una narcomanta colocada el jueves 3 en Juchipila, municipio de la ahora peligrosa región de Los Cañones, en los límites con Aguascalientes y Jalisco:

Ustedes ya fueron testigos de la muerte y masacre de gente inocente que hicieron los Zetas. La guerra es con nosotros, Lazcano, no con las familias ni gente inocente. Pelea como los hombres. Atentamente cárteles unidos.

Inermes ante el narco

El 23 de diciembre se realizó una posada en un galerón del municipio de Calera, con capacidad para 2 mil personas. Participaron habitantes de ese municipio al norte de la capital, así como de Jerez, Morelos, Pánuco y Fresnillo. El anfitrión: Heriberto Lazcano en persona.

La invitación corrió de boca en boca y el lugar se llenó. Los accesos a la ciudad fueron controlados por la organización de El Lazca y él repartió aguinaldos y regalos antes de retirarse con su gente.

El último día del año fueron colocadas varias mantas en localidades de Zacatecas y Nuevo León. En las de aquí se anunció...

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