Zona submetropolitana / La connivencia

Los acuerdos entre varias personas para cometer un delito; las negociaciones para realizar actos ilícitos; y la tolerancia de un superior con las faltas que cometen sus subordinados, se llama Connivencia.

Y esa connivencia (en contra de todas las normas y costumbres de una sociedad que se dice civilizada) es lo que vivimos desmesuradamente en el gobierno de Peña Nieto.

Los ejemplos sobran.

Uno de los últimos es que la PGR decidió archivar el expediente de las acusaciones a César Duarte, ex gobernador de Chihuahua, por haber realizado "operaciones con recursos de procedencia ilícita, delito bancario y defraudación fiscal por el caso de Banco Progreso".

Y aunque persisten las 11 acusaciones del fuero común, promovidas por el gobernador Javier Corral, la connivencia entre Duarte y Peña Nieto, rebasa todos los niveles de arbitrariedad a que nos han acostumbrado.

¿Podemos todavía hablar de un gobierno en México?

O tenemos que acostumbrarnos a que la impunidad, la pusilanimidad y el autoritarismo se mantengan bajo el absurdo concepto de poder establecido por los miembros del grupo Atlacomulco.

El mismo día que la Universidad de Las Américas Puebla (UDLAP) dio a conocer un estudio sobre la impunidad, en donde México ocupa el primer lugar en América Latina y el cuarto lugar en el mundo, la PGR exoneraba a César Duarte.

El carpetazo a la investigación de la PGR en contra de Duarte por lavado de dinero, delito bancario y defraudación fiscal, asegura que no existen los indicios probatorios en su contra... Eso confirma los altos niveles de impunidad en México.

De cada 10 delitos, siete quedan sin castigo.

Dice Francisco Ortiz Pinchetti: "Esa acusación es por el desvío de 65 millones de pesos del erario para adquirir a título personal el 15 por ciento de las acciones del Banco Progreso Chihuahua. Este banco fue constituido con la fusión de Unión de Crédito Progreso, Akala, Financiera Popular y Única Casa de Cambio, la cual fue autorizada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores" (Sin Embargo, 16/III/2018).

El enriquecimiento escandaloso de César Duarte, no se deriva sólo de la lealtad y amistad con su amigo Peña Nieto.

Lo que muestra, es un caso de complicidad, de contubernio. Es un caso de connivencia.

Duarte logró endeudar a Chihuahua a través de sucesivas reestructuraciones hasta llegar a niveles de la bancarrota, al llegar más allá de 42 mil millones de pesos.

Todo esto con "la anuencia y el aval de la Secretaría de Hacienda, encabezada en...

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