Zona submetropolitana / La transición
Entre el presidente constitucional y el presidente electo hay una sola realidad: No hay gobierno... O parece no haberlo.
Peña Nieto parece haber renunciado a su mandato. Su esposa, La Gaviota y sus hijas, están de vacaciones en París... Pero faltan muchas cosas qué explicar de lo que hizo en su sexenio.
Al mismo tiempo, AMLO anuncia planes, reuniones, consultas, nombra a nuevos miembros de su gabinete y mantiene larguísimas filas de gente que se acerca a visitarlo a su casa de campaña en la calle de Chihuahua.
Uno quiere irse del gobierno. El otro quiere ejercerlo ya... Antes del primero de diciembre.
Miles de pobladores con demandas, peticiones, solicitudes de empleo, cura de enfermedades y demás, han acudido con AMLO.
En esa casa se desborda la esperanza.
Todos quieren sumarse a Morena. Sea como sea. Haciendo lo que se necesite o lo que no se necesite. Quieren sumarse a la propuesta de AMLO.
Y entre esas visitas, no faltó José Antonio Meade, quien llegó invitado a su casa a desayunar, a platicar y tomarse la foto para la prensa.
"Bueno, decente y honrado", le dijo AMLO a Meade... ¿Y lo es?
No está por demás recordar el fraude de "La Estafa Maestra" y algunos otros casos.
Por ejemplo, reconocer que tan solo en este sexenio, se agregaron a la deuda 5 billones de pesos. O sea, ¡5 millones de millones de pesos!
Dice Manuel Jáuregui: "Esta deuda representa ya el 45.1 por ciento del Producto Interno Bruto del País... Además de que se contrataron a cerca de 200 mil burócratas más en ocho años" (Reforma, 07/VIII/2018).
O el hecho de que con Peña Nieto se gastó 130 por ciento más en vehículos.
"En el periodo de 2013 a 2017, el Gobierno federal destinó en este rubro 38 mil 24 millones de pesos, monto 130.5 por ciento superior al aprobado inicialmente para ese lapso, según una revisión de las Cuentas Públicas" (Reforma, 31/VII/2018).
Y en eso, Meade no puede esconder su responsabilidad.
Fue Secretario de Hacienda y es imposible pensar que no estuviera enterado de lo que sucedía.
Pero en este país sin presidente, no todo es malo.
El gobierno federal canceló el proyecto que tenían los militares para vender 125 hectáreas, que fue anunciado el 7 de marzo de este año.
En este diario se anunció que la Sedena (Secretaría de la Defensa Nacional) mudaría 30 fábricas e instalaciones a un terreno de 600 hectáreas en el Municipio de Oriental, Puebla, y vendería esas 125 hectáreas que hoy ocupa el Campo Militar 1-F, en una de las zonas más caras del país.
Sin...
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