En la zozobra damnificados de 2017

AutorSara Pantoja

A tres años del sismo que sacudió a la Ciudad de México el 19 de septiembre de 2017, a las 13:14 horas, los damnificados han visto pocos resultados sobre la investigación de las irregularidades con que empresas privadas construyeron sus edificios o iniciaron procesos de reconstrucción con promesas incumplidas, al amparo del gobierno de Miguel Ángel Mancera, hoy senador. Actualmente la Comisión de Derechos Humanos local (CDHCM), la Secretaría de la Contraloría General y la Fiscalía General de Justicia (FGJ CDMX) tienen abiertas quejas y carpetas de investigación contra empresas privadas y sus dueños, exfuncionarios públicos, dependencias de la administración capitalina y dueños de inmuebles afectados.

Además, agrupaciones de ciudadanos damnificados mantienen sus exigencias de recibir una vivienda digna. En el caso particular de los familiares de las 26 personas que murieron en el derrumbe del Colegio Enrique Rébsamen, en la alcaldía Tlalpan, todavía esperan una sentencia condenatoria contra su dueña, Mónica García Villegas, y que el gobierno de Claudia Sheinbaum les ofrezca una disculpa pública y construya un memorial dedicado a los 19 niños y siete adultos fallecidos en el lugar.

Quejas contra el gobierno mancerista

Aquel sismo de magnitud 7.1, con epicentro en el límite de Puebla y Morelos, a 120 kilómetros de la Ciudad de México, provocó 228 fallecimientos en la capital, de los 369 a nivel nacional. Era la última parte del sexenio de Mancera, quien seis meses después -en marzo de 2018- abandonó a los damnificados y a los capitalinos en general, para atender su frustrado plan hacia la candidatura presidencial. En su lugar designó a José Ramón Amieva.

Hasta ahora, la CDHCM ha recibido 308 quejas relacionadas con la atención del gobierno capitalino a los damnificados y el proceso de reconstrucción, de acuerdo con su presidenta Nashieli Ramírez. De ese total, 245 (79.5%) fueron recibidas en la administración anterior: 58 en 2017 y 187 en 2018.

En entrevista, Ramírez explica que la temática de las quejas era, en general, falta de dictámenes de los edificios y casas dañadas, inconformidad y falta de claridad en el proceso de apoyo del gobierno, tardanza en el proceso de atención y en el inicio de obra, además de interrupción de servicios públicos, como líneas de teléfono y suministro de electricidad.

"Hay que recordar que son procesos complejos. Al principio no había certeza de nada, se estaba formando el padrón de damnificados, se estaba...

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